poetisa etílica

La vida es bonita pero muy triste, igual que La poesía a veces. La poesía es vida La vida es poesía No todo lo triste es poesía No todo lo triste es vida A veces es muerte. La muerte no es bonita excepto el sesgo poético del suicida que lleva hasta el límite aquello que no puede decir con palabras, Aquello que con La vida se lleva Que con las letras no siembra, Ni con la razón entiende La frustración del poeta se llama suicidio, La realización del poeta se llama poesía. Pero la tónica de la incomprensión domina su amarga existencia por y para siempre. La poesía es su herramienta.

comienza de nuevo la aventura, en un blog que nos engancha, el humo sale por la terraza, las pastillas que son la lacra de una vida echada a perder antes de tiempo, dieciséis, dieciséis, tic, tac el paso del tiempo, la muerte que nos atrapa. nos persigue, nos fulmina. nos impacta. y nuestro refugio: son  litros de cerveza barata, de soledad, de tristeza y desesperanza. de exceso de alcoholismo y de infancia de gente que mira sin decir, que dice sin mirar, que la vida es soledad, que la soledad es vida, que yo soy soledad, hundida en una existencia mezquina, en una mirada perdida, pirada, que estás pirada, y el mundo lo sabe, en un mundo de menos cuerdos pero pirados, que no se detienen andando, a los móviles pegados, un día, estuve en ese circo siempre tratando de huir, quise ser feliz, pero la locura me ahorcaba. y yo ahorqué a la locura, y hendida me hallo en los infiernos del Hades. como el resto de la humanidad, aunque no lo sepa. ...

Hace unos años lo decía,  tan solo lo decía.  pero tenía muchas esperanzas, de encontrarte, de que la soledad no me encontrara.  pero ahora sé que lo ha hecho, que me ha ganado la batalla,  que me desvelo en la noche rodeada de su fría lacra.