litros y litros de cerveza litros y litros de soledad, se me va, se me va la vida, se me va esperanza, se me va; bebiéndola, comiéndola, echándola, a patadas miccionándola, ahogándola en penas lascivas, en un trago que acompaña más que nadie, y más que nada. Se me va, se me va, una y otra vez me atrapa, la agonía de la propia existencia, una y otra vez me acompaña, me deja sin palabras, sin poesía, sin el sentir de la la soledad que jamás me extraña, y mientras el alcohol que me mata, mata mis días, mata mi alma, ¿qué le voy a hacer si la vida es muerte? Si la vida es un asesino silencioso, si la vida muere, cada invierno. Y en la mezquindad del mundo, dejado hacer por un paternalismo absurdo, por cada trago sorbido, me olvido de la mierda humana defecada, en cada lugar de esta Triste Tierra, de esta tierra triste, de la basura de lo banal, del pasado que nos atrapa, de lo determinante de las creencias propias o ajenas, oh...