BULLYING VITAL.
No recuerdo cómo empezó todo ni la última vez que estuve expuesta a su crueldad, sólo sé que cambió mi vida para siempre de la forma más terrible que alguien puede cambiar la vida de alguien. ¿ por qué? Por desgracia nunca hallé respuesta y una vez se me ocurrió hacer la pregunta a uno de mis verdugos, por ser tú, respondió. El hecho de ser diferente te convierte en el blanco perfecto. Dejas de salir, te aislas, actúas de un modo que ellos consideran extraño o quizá extremo o haces cosas y te fijas en personas que jamás debiste fijarte.
¿ para qué voy a salir si lo único que voy a recibir son insultos y alguno que otro palo? Así que me encerré a eso de los 14 , tras una vida de humillación y herida profundamente en el alma no quise saber nada de un mundo que estaba en mi contra. ¿Quién va a querer a esto? Decían, " es horrorosa " "qué asco me da" "no me toques" "te voy a cortar el cuello". Los años pasaron, se acabó la infancia, la adolescencia me brindó como refugio los libros y tras pasar esa horrenda etapa mal llamada vida luego vino la juventud dando tumbos para aquí para allá, en soledad y encerrada en mi miedo, sola, más sola de lo que nunca pude imaginar; la melancolía abrazada a la depresión en una vorágine que me engullía caí en un pozo cada vez más profundo del que cada vez me resultaba más difícil salir. Mientras tanto buscaba consuelo en personas extrañas y ajenas a mi sufrimiento pidiendo a gritos un poco de amor, personas que sólo añadieron sal a la herida y cómo no, un amor que jamás llegó, que jamás se cumplió, no las culpo, al contrario, me disculpo.
A veces recuerdo el maltrato continuado del resto de mis compañeros, a veces recuerdo esa pregunta de aquel chico: " ¿Quién va a querer a ésto?" A veces pienso que tenían razón porque a mis 31 años jamás he tenido pareja, apenas amigos y estoy viva de milagro tras varios intentos de suicidio fallidos, que tal vez me mereciera aquello y que yo era la que me equivocaba y no ellos.
Estudié en la Universidad a duras penas una carrera de difícil colocación y ahora oposito entre ansiolíticos y estados de ánimo sangrantes que me impulsan a abandonar y salir corriendo por la puerta de atrás... ¿Quedarán motivos por los que vivir en este mundo cada vez más inhumano? La respuesta es un tanto desesperanzadora, que cada cual saque sus propias conclusiones. Mi aprendizaje de todo ésto es que si tuviera que volver a pasar por aquello preferiría no haber nacido nunca.
Violeta
¿ para qué voy a salir si lo único que voy a recibir son insultos y alguno que otro palo? Así que me encerré a eso de los 14 , tras una vida de humillación y herida profundamente en el alma no quise saber nada de un mundo que estaba en mi contra. ¿Quién va a querer a esto? Decían, " es horrorosa " "qué asco me da" "no me toques" "te voy a cortar el cuello". Los años pasaron, se acabó la infancia, la adolescencia me brindó como refugio los libros y tras pasar esa horrenda etapa mal llamada vida luego vino la juventud dando tumbos para aquí para allá, en soledad y encerrada en mi miedo, sola, más sola de lo que nunca pude imaginar; la melancolía abrazada a la depresión en una vorágine que me engullía caí en un pozo cada vez más profundo del que cada vez me resultaba más difícil salir. Mientras tanto buscaba consuelo en personas extrañas y ajenas a mi sufrimiento pidiendo a gritos un poco de amor, personas que sólo añadieron sal a la herida y cómo no, un amor que jamás llegó, que jamás se cumplió, no las culpo, al contrario, me disculpo.
A veces recuerdo el maltrato continuado del resto de mis compañeros, a veces recuerdo esa pregunta de aquel chico: " ¿Quién va a querer a ésto?" A veces pienso que tenían razón porque a mis 31 años jamás he tenido pareja, apenas amigos y estoy viva de milagro tras varios intentos de suicidio fallidos, que tal vez me mereciera aquello y que yo era la que me equivocaba y no ellos.
Estudié en la Universidad a duras penas una carrera de difícil colocación y ahora oposito entre ansiolíticos y estados de ánimo sangrantes que me impulsan a abandonar y salir corriendo por la puerta de atrás... ¿Quedarán motivos por los que vivir en este mundo cada vez más inhumano? La respuesta es un tanto desesperanzadora, que cada cual saque sus propias conclusiones. Mi aprendizaje de todo ésto es que si tuviera que volver a pasar por aquello preferiría no haber nacido nunca.
Violeta
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